abrasion-corneaEn el ámbito médico, sufrir un rasguño causante de lesión ocular se le conoce como «abrasión de la córnea».

Este ocasiona que haya dolor en tu ojo, y normalmente no mejora cuando lo cierras —si es que puedes mantenerlo cerrado—. Sumado a esto, la luz propicia picazón y sensación de ardor, como si algo quemara al ojo (de ahí el término abrasión).

De hecho, donde se siente ese quemazón es en tu córnea, la capa transparente que cubre y protege al iris, que a su vez es el área que define el color de tus ojos. También protege a la pupila, el círculo negro ubicado en el centro de tu ojo.

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La abrasión de córnea suele ocurrir si:

  • Te picas el ojo con una uña, un lápiz o un pincel de maquillaje
  • Te entra tierra, arena, aserrín, ceniza, o algún otro material extraño T
  • Te caen productos químicos en el ojo
  • Frotas tu ojo demasiado fuerte
  • Usas lentes de contacto que no te quedan bien o que están sucios
  • Adquieres cierto tipo de infección ocular
  • Te sometes a una operación sin la protección ocular adecuada.

Por todo lo anterior, es importante que consultes a tu médico si llegas a observar cualquiera de estas posibles señales de advertencia, cortesía de la Academia Americana de Médicos de Familia:

    1. Dolor recurrente en el ojo.
    2. Una sensación de cuerpo extraño, como si tuvieras arena en el ojo.
    3. Visión borrosa.
    4. Más lágrimas que de costumbre.
    5. Enrojecimiento del ojo.
    6. Sensibilidad a la luz.

 

Vía: Health Day News / WebMD