Si bien la mayoría de nosotros prefiere los productos frescos, los vegetales congelados son igual de buenos. Una investigación de la Universidad de Georgia, así como un estudio del 2015 de la Universidad de California en Davis, no encontraron diferencias significativas en el contenido de nutrientes entre los productos frescos y congelados. Esto se debe a que las verduras se congelan rápidamente en la madurez máxima, con la finalidad de que tengan un almacenamiento más prolongado. Los productos frescos que guardas en tu refrigerador se cocinan mejor dentro de los primeros 5 días, pero las verduras congeladas se pueden almacenar hasta por 8 meses y todavía conservan su textura, sabor y nutrientes. También son mucho más fáciles de preparar y cocinar, siendo perfectos para comidas rápidas y sabrosas durante la semana.
Por ello, aquí te dejamos algunos consejos sencillos para que aproveches al máximo tus vegetales congelados:
1. Elige la mejor bolsa
Cuando vayas al pasillo de los congeladores del supermercado, aprieta ligeramente la bolsa de vegetales que elijas. Si las verduras se agrupan, se han descongelado y vuelto a congelar durante el viaje a la tienda, lo que puede causar deshidratación, afectando su firmeza, color y contenido de nutrientes. Sin embargo, en el estado de congelación instantánea original, puedes sentir las piezas individuales a través de la bolsa; estas son las mejores y, por lo tanto, las que debes agarrar.
2. Almacena adecuadamente
Las verduras congeladas se pueden almacenar durante meses en el refrigerador. Pero una bolsa sin sellar puede sufrir quemaduras y oxidación que afectan el valor nutricional, la textura y el color de las verduras. Aunque todavía son seguros para comer, ciertamente son mucho menos sabrosas. Por lo tanto, asegúrate siempre de sellar y almacenar correctamente.
Conoce más: 4 nutrientes que no deben faltar en tu desayuno
3. Descongelar o no descongelar
Las verduras congeladas se pueden cocinar directamente del refrigerador. De hecho, al descongelarlas primero se vuelven blandas y pierden su textura firme a medida que pierden humedad. Esto es cierto para la mayoría de los tipos de verduras congeladas, excepto el maíz en mazorca y las verduras de hoja; descongelarlas parcialmente asegurará que se puedan cocinar de manera uniforme. Sin embargo, algunas recetas necesitan verduras descongeladas para obtener un mejor resultado. En general, si estás preparando algo caliente, como verduras salteadas, sopa o guisado, simplemente arrójalas al recipiente. Si estás comiendo un plato de ensalada cruda y algo seco como pizza, descongela y escurre primero las verduras.
4. Cocina los platos adecuados
Las sopas, los guisados, los sofritos y otros platos de varios ingredientes son los mejores para las verduras congeladas. Un buen consejo para obtener un sabor y una textura uniformes es evitar mezclar verduras frescas con congeladas al cocinar.
5. Ajusta tu tiempo
Las verduras congeladas se cocinan mucho más rápido, por lo que siempre debes agregarlas más tarde a un plato de lo que lo harías con las verduras frescas. Por ejemplo, al cocinar sopas y guisos, colócalas durante los minutos finales sin descongelar. Del mismo modo, para los sofritos, cocina los otros ingredientes y añade las verduras congeladas al final (sin descongelar). Generalmente, las verduras en trozos más pequeños como frijoles, guisantes y zanahorias en rodajas necesitan menos tiempo para cocinarse, mientras que las más grandes, como papas congeladas o trozos de calabaza, necesitan un poco más de tiempo.
6. Trucos rápidos con el microondas
También puedes usar tu microondas: cocina tus verduras congeladas a intervalos de 1 minuto durante aproximadamente 4-6 minutos. Pincha con un tenedor para asegurar una firmeza constante durante cada intervalo y cocina hasta que estén bien cocidas. Esto conserva la textura crujiente y los sabores originales de la verdura, similar a hervirlas sin aceite. Para verduras más tiernas, agrega solo un poco de agua; luego sigue la misma fórmula de intervalos de 1 minuto.
Vía: Asian Inspirations
