El dolor de cuello puede desencadenarse o empeorar debido a una mala postura. Por lo tanto, debes asegurarte de siempre estar consciente de tu postura mientras estás sentado(a) en tu escritorio y llevas a cabo tus actividades del día.
Ante ello, la Clínica Mayo sugiere lo siguiente:
- Mantén una línea recta desde tus caderas hasta tus hombros y de tus hombros a tus oídos.
- Toma pausas regulares para realizar estiramientos. Levántate, mueve y estira tu cuerpo.
- Mueve el nivel del monitor de tu computadora y ajústalo a la altura de tus ojos. Debes mantener las rodillas ligeramente por debajo de las caderas y apoyar tus brazos sobre los descansabrazos del asiento.
- Si te llaman por teléfono, opta por un altavoz o un auricular para contestar. No sujetes el teléfono entre la oreja y el hombro.
- Si llevas bolsas pesadas, no las cargues por encima de tu hombro, ya que podrías hacerle daño a tu cuello.
- Practica una buena postura cuando duermas, con la cabeza y el cuello alineados.
La mayor parte del dolor de cuello o cervical es de índole transitoria, y sus causas normalmente se desconocen. Las causas potencialmente serias de problemas en el cuello comúnmente derivan de lesiones o enfermedades degenerativas/inflamatorias de las articulaciones cervicales. Como las estructuras de las articulaciones y nervios en la espina dorsal del cuello están muy próximas entre sí, la enfermedad articular podría resultar en dolor neurológico, generalmente el más serio de las afecciones de cuello (patología cervical).
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La patología cervical grave da lugar a síntomas más allá de los confines de la región cervical, a veces sin síntomas en el cuello mismo, y usualmente son de naturaleza neurológica. Cualquier trastorno asociado con el desgaste del cartílago o de los discos, artritis reumatoide, polimialgia reumática, espondiloartropatías, y fibromialgia está vinculado con síntomas en la región del cuello.
Vía: Health Library / Arthritis Foundation
