Los tampones, dispositivos cilíndricos hechos de algodón, rayón o una mezcla de ambos utilizados para detener el flujo menstrual de la mujer, están regulados como dispositivos médicos por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos y por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) en México.

Ambas agencias ofrecen los siguientes consejos para el uso seguro de tampones:

  1. Sigue todas las instrucciones en la etiqueta del producto.
  2. Lávate las manos antes y después de usar tampones.
  3. Solo úsalos durante el período menstrual.
  4. Cambia un tampón cada 4 a 8 horas.
  5. Usa el tampón de menor absorbencia para tus necesidades.
  6. Ten cuidado con el dolor o cualquier otro síntoma inusual como resultado de usar un tampón. El síndrome de shock tóxico (SST) es un posible efecto secundario peligroso del uso de tampones. Sus síntomas generalmente incluyen fiebre repentina, vómitos, diarrea, sensación de desmayo, mareos o sarpullido similar a una quemadura de sol.

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Cabe destacar que el SST es raro: según una investigación de la Universidad de Minnesota, aproximadamente una de cada 100,000 mujeres que usan tampones contraen dicho síndrome cada año (es decir, el 0.001 por ciento de las usuarias de tampones).

Los tampones también pueden dejarte abierta a infecciones bacterianas si olvidas que te colocaste uno y lo dejaste ahí. Sin embargo, los tampones son relativamente seguros y sólo causan problemas cuando no se usan correctamente o según las indicaciones.

Por ello, sigue estos consejos y cuida tu salud al usar estos dispositivos.

 

Vía: Health Day News / Women’s Health