i-comer-sano-restauranteYa sea por necesidad o simplemente por darte un gusto, en ocasiones tienes que comer en un restaurante.

Sin embargo, es importante tener cuidado, pues la comida de estos lugares tiene el propósito de lucir y saber deliciosa sin que necesariamente sea saludable, sobre todo cuando el menú contiene platillos llenos de mantequilla o salsas o cuando las ensaladas están empapadas de aderezos cremosos.

La buena noticia es que existen algunas sugerencias que pueden ayudarte a disfrutar de una comida fuera de casa sin olvidar tu nutritiva dieta. Así que no creas que por comer fuera no puedes alimentarte sano, con algunas sustituciones y un poco de experiencia podrás ordenar platillos saludables.

1. Investiga. Actualmente se puede encontrar comida saludable en muchos lugares; el truco se encuentra en saber “en qué te estás metiendo” antes de llegar y sentirte tentado al ver las descripciones en el menú. Muchos lugares tienen sus cartas en línea, revísalos para elegir el restaurante con las opciones más saludables y entra listo para ordenar la alternativa más sana y preguntar por sustitutos en caso de ser necesario.

2. Observa tu plato. Seguramente has leído consejos que sugieren que pidas media porción o que compartas el platillo con un amigo. No obstante, debido a las porciones que se sirven en ciertos restaurantes, medio plato podría ser aún demasiado; por ello, lo adecuado es que visualices tu plato como lo tendrías en casa y trates de reproducirlo.

3. Suma a tu comida. ¿Eres de los que piensa que alimentarte saludablemente se trata sólo de lo que no puedes comer? Quizás es hora de que empieces a pensar en términos de los alimentos nutritivos que puedes agregar y no de los que tienes que evitar. Busca, por ejemplo, panes integrales, pastas, ensaladas, carne magra o pavo; en tanto, elige alimentos con grasas saludables como aceite de oliva, aguacate nueces y asegúrate de pedir muchas frutas y verduras.

4. No pases hambre. En ocasiones al llegar a un restaurante y antes de que nos demos cuenta ya devoramos muchas piezas de pan con mantequilla. Si realmente ya tienes hambre antes de salir hacia el lugar, come un pequeño refrigerio, como una fruta, o pide una pequeña sopa a base de caldo o una ensalada para empezar.

5. “Lee las letras pequeñas”. La forma en que se describen los platillos puede darte pistas sobre como ser preparan. Busca palabras como a la parrilla, asado o al vapor, es decir, la comida que se prepara con menos grasa y evita las comidas con descripciones como empanizado, frito o cremoso.

6. Pregunta, pregunta, pregunta. No tengas pena de consultar con al mesero lo que puede hacer para que tu platillo sea más saludable, por ejemplo, si te pueden cambiar las papas fritas por una ensalada; si pueden preparar algo con menos grasa o sin queso; pide que se llevan la canasta de pan; que te sirvan la ensalada con el aderezo a un lado o pide un platillo de entrada como comida principal. Incluso puedes preguntar si te pueden hacer algo fuera del menú, como pollo asado con verduras al vapor.

Vía: Academia de Nutrición y Dietética de los Estados Unidos