En los últimos años, la ingesta de suplementos alimenticios se ha disparado debido a que las personas buscan fuentes alternativas de vitaminas y minerales esenciales para el cuerpo, así lo indica la Clínica Cleveland (Estados Unidos).

Los suplementos pueden ser útiles, pero obtener nutrientes de una píldora y no de los alimentos no siempre es la mejor manera de mejorar tu salud. En ciertos casos, incluso puede ser dañino. De hecho, algunos estudios revelan que la comida es la mejor manera de obtener vitaminas y minerales en casi todos los casos.

Por ello, la dietista Kristin Kirkpatrick, de la citada clínica, nos comparte cinco vitaminas y minerales que podrías estar consumiendo en exceso si las tomas en forma de píldoras.

1. Hierro y 2.Cobre

El hierro juega un papel clave en la dieta de las mujeres más jóvenes para regular los ciclos menstruales y el embarazo, pero su ingesta recomendada después de la menopausia disminuye significativamente. Pese a las pautas recomendadas de bajo consumo (8 mg por día después de los 50 años), muchas mujeres posmenopáusicas todavía toman suplementos que contienen dichos nutrientes.

Un estudio relacionó el exceso de hierro y cobre con una mayor incidencia de enfermedad de Alzheimer y enfermedad cardíaca.

Por lo anterior, si tienes más de 50 años, la experta recomienda eliminar las multivitaminas con hierro y cobre a menos que un médico indique lo contrario. También puedes considerar una prueba de nutrigenómica para saber cómo estás metabolizando el hierro.

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3. Betacaroteno

El betacaroteno y la vitamina A, que está formada por betacaroteno, son fáciles de consumir. Pero si ingieres un tazón de cereal en el desayuno, algunas zanahorias o camotes en el almuerzo, y luego un multivitamínico o suplemento para tu salud ocular, probablemente estarás consumiendo más de la cantidad recomendada de betacaroteno. Kirkpatrick advierte que comerlo en exceso aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, así como el riesgo general de muerte.

Tu mejor opción: omite el suplemento y solo quédate con las fuentes naturales como camotes, sandía, melón, pimientos rojos, zanahorias y espinacas.

4. Vitamina C

Cuando se habla de vitamina C, la mayoría de las personas piensan en naranjas. Pero si tu primer pensamiento es una píldora o tableta de vitamina C, podrías estar exagerando. Un estudio halló que los hombres que tomaron píldoras de vitamina C tuvieron un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales.

Por ello, lo mejor es disfrutar de alimentos ricos en vitamina C como papaya, fresa, coles de Bruselas y col rizada. Recuerda que no debes consumir más de este nutriente a menos que un médico lo aconseje.

5. Vitamina D

La deficiencia de vitamina D ocurre por la falta de exposición a los rayos UV. Como la mejor fuente de vitamina D es el sol, y exponerse en exceso a sus rayos puede aumentar el riesgo de melanoma, quizás sea necesario un suplemento.

Por ello, es imperativo que tu médico verifique tus niveles de vitamina D antes de que determine una dosis correcta. Cuando comiences tu régimen, toma tu vitamina D con grasa. La vitamina D es liposoluble, lo que significa que se absorbe mejor en presencia de grasa en la dieta.

 

Vía: Cleveland Clinic