Comenzar a ir al gimnasio suele ser uno de los propósitos de Año Nuevo más populares. Durante el mes de enero, es común que la cantidad de personas que se inscriben y acuden a estos centros sea particularmente alta, motivo de sobra para cuidar la piel.

Si bien cuando se habla de tomar medidas de precaución en el gimnasio lo primero que se viene a la mente es evitar lesiones, lo cierto es que los cuidados de la piel deben ser prioridad, indicó un experto.

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Las bacterias, los virus y los hongos que provocan que se desarrollen infecciones en la piel prosperan en los lugares cálidos y húmedos, como el equipo de ejercicio sudoroso y las duchas del vestidor [del gimnasio]”, señaló el doctor Brian Burke Adams, profesor y catedrático de dermatología en la Universidad de Cincinnati y miembro de la Academia Americana de Dermatología, en Estados Unidos.

Más común de lo que se cree

De acuerdo con el especialista, contraer infecciones en la piel en el gimnasio es algo más común de lo que la mayoría de la gente piensa.

“Si no tiene cuidado, puede acabar con una infección como la tiña, las verrugas plantares o el impétigo [infección cutánea muy contagiosa que ocasiona llagas rojas en el rostro, brazos y piernas]”, advirtió.

Y si bien, estas infecciones en la piel “no son un motivo para cancelar su membresía, es importante seguir unos pasos sencillos para evitar los gérmenes cuando esté en el gimnasio”, apuntó.

Consejos

El doctor Adams recomienda seguir estos consejos para evitar contraer alguna infección cutánea en gimnasios:

1. Lavar o limpiar las manos de inmediato tras hacer ejercicio. También se debe ir a la ducha lo antes posible. Tras ducharse, se debe utilizar ropa limpia, incluyendo calcetines y ropa interior.

2. Si tenemos cortadas o heridas, estas deben permanecer limpias y cubiertas. No se debe usar la sauna, el baño de vapor ni el jacuzzi hasta que la herida haya sanado.

3. Siempre utilizar calzado, principalmente cerca de la piscina, en el vestidor y las duchas. Se debe guardar el calzado de ducha, las chanclas o las sandalias en la mochila del gimnasio.

4. Usar toallitas desinfectantes para limpiar el equipo del gimnasio antes y después de usarlo. También es buena idea colocar una barrera, como una toalla, entre la piel y las superficies compartidas, como los bancos de ejercicio y los asientos de las bicicletas, por ejemplo.

5. Usar ropa que quede holgada y que absorba la humedad, que ayude a la piel a permanecer seca y a evitar que los gérmenes se desarrollen. Se debe lavar la ropa del gimnasio tras hacer ejercicio.

 

Vía: Health Day News