Entre las edades de 1 y 2 años, los bebés comienzan a fortalecer los músculos de sus manos, propiciando que usen estas extremidades de nuevas maneras.

Para ayudar en el proceso, la Academia Americana de Pediatría sugiere a papá y mamá:

  1. Muestra a tu niño cómo doblar el papel.
  2. Deja que tu hijo juegue con juguetes que impliquen poner clavijas cuadradas en agujeros cuadrados (armado de bloques).
  3. Ayuda a tu hijo a apilar una torre de entre cinco y seis bloques.
  4. Ayuda a tu bebé a desarmar sus juguetes y luego vuelvan a armarlos juntos.
  5. Deja que tu hijo use plastilina (especial para niños pequeños) para que cree diferentes formas.

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Ventajas

Mejorar la fuerza en la manos de tu hijo pequeño puede ayudarle muchísimo a corto y mediano plazo. Una de sus ventajas es que permite mejorar la escritura y otras funciones de motricidad fina en los niños. Los ejercicios para reforzar las manos se concentran en la fuerza de agarre del bebé y en la fuerza de apretar para las actividades funcionales.

Recuerda que durante los primeros meses de vida, el bebé siente su cuerpo como una unidad y no tiene conciencia de que puede mover de forma independiente los brazos, las manos o las piernas. Al hacerle ejercitar sus músculos y articulaciones lo ayudas a tener mayor seguridad en sí mismo y a tomar conciencia de su esquema corporal.

Una vez conscientes de su cuerpo, que es después del año, es vital continuar fortaleciendo sus extremidades, esta vez para que adquieran más y mejores habilidades motrices, que les servirán para desenvolverse adecuadamente en la escuela, en los deportes, en el juego y, en general, en su vida cotidiana.

 

Vía: Health Library