Una llaga o úlcera por presión es un área del cuerpo que se rompe debido a que algo hace fricción o presiona de manera continua contra la piel. En el ámbito médico se le denomina úlcera de decúbito, donde esta última palabra, derivada del latín «decumbere», se refiere a una postura corporal que implica estar tumbado, acostado o yacente.

En concreto, una úlcera por presión puede desarrollarse si utilizas una silla de ruedas o permaneces en cama por períodos prolongados, padeces una enfermedad que afecta el flujo sanguíneo, tienes la piel frágil o estás desnutrida(o).

Las úlceras de decúbito se agrupan según la gravedad de los síntomas. La etapa I es la más leve, y la etapa IV es la peor.

Etapa I: Área enrojecida y dolorosa en la piel que no se vuelve blanca cuando se le presiona. Indica una señal de que se está formando una úlcera de decúbito. La piel puede estar caliente o fría, firme o suave.

Etapa II: Formación de ampollas en la piel o una llaga abierta. El área alrededor de la llaga puede estar roja e irritada.

Etapa III: Aparece un agujero abierto y hundido en la piel llamado cráter. El tejido por debajo de la piel está dañado. Se aprecia la grasa corporal en el cráter.

Etapa IV: Úlcera de decúbito se torna tan profunda que causa daño en el músculo y el hueso y, a veces, en los tendones y articulaciones.

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Cabe mencionar que hay otros dos tipos de úlceras de decúbito que no encajan en las etapas:

  • Úlceras cubiertas de piel muerta de color amarillo, café, verde o marrón. Dicha piel hace difícil diferenciar cuan profunda es la úlcera, por lo que se considera «inclasificable».
  • Úlceras de decúbito que se desarrollan en el tejido profundo debajo de la piel. Esto se llama una lesión de tejidos profundos. El área puede ser de color marrón o púrpura oscuro. Puede haber una ampolla llena de sangre bajo la piel. Este tipo de lesión cutánea puede convertirse rápidamente en una úlcera de decúbito en etapa III o IV.

Por todo lo anterior, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sugiere cómo cuidar una úlcera por presión:

  1. Alivia la presión en el área usando una almohada, un cojín de espuma, botines o una colchoneta.
  2. En una silla de ruedas, cambia tu posición cada 15 minutos, y en una cama, debes moverte cada 2 horas.
  3. Cuida la herida según lo indique tu proveedor de atención médica.
  4. Evita ejercer presión adicional sobre el dolor.
  5. Llama a tu médico si tienes una llaga abierta o desarrollas una ampolla.

 

Vía: Health Day News / Medline Plus