Algunas personas con problemas respiratorios evitan la actividad física debido a que les hace sentir falta de aliento. Pero evitar la actividad física podría reducir todavía más su función pulmonar, así lo indica el Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno del Estado de Victoria, en Australia.
Por ello, si perteneces a esta población, asegúrate de analizar las posibilidades de un programa de ejercicios con tu médico o profesional de la salud antes de comenzar cualquier actividad nueva.
Algunos ejemplos de actividad física que pueden ser útiles incluyen:
- Caminar: comienza con unos minutos cada semana y aumenta gradualmente.
- Estiramiento: mantén tus músculos flexibles.
- Entrenamiento con pesas: usa pesas pequeñas de mano o mancuernas.
- Tai chi: te permite practicar técnicas de respiración y movimientos lentos y elegantes que podrían ayudar a relajar y rejuvenecer el cuerpo, aumentar la energía, calmar la mente y mejorar la postura y el equilibrio.
- Hidroterapia: ejercicio en agua tibia.
Conoce más: Salud bucal, ¿relacionada con problemas respiratorios?
RECUERDA: No te presiones. Si comienzas a sentir dificultad para respirar, mejor para, siéntate y practica ejercicios de respiración. Realizar estos ejercicios junto con actividad física ligera puede ayudarte con tus dificultades respiratorias.
Finalmente, no olvides siempre consultar a tu médico o profesional de la salud antes de poner en práctica cualquiera de estos tipos de actividad física.