Con el paso de los años, es algo común y completamente natural ver reducidas ciertas capacidades en diversos ámbitos de la salud. Es en estos momentos cuando se debe determinar la decisión de dejar de conducir.

Tomar esta decisión es particularmente importante para los adultos mayores, pues conducir es para muchos de ellos un sinónimo de independencia. Por ello, es un tema que debe abordarse con una cuidadosa consideración, señaló una experta.

Retirarse de la conducción es una parte normal del envejecimiento, y se debe considerar con cuidado y hablarse abiertamente”, indicó la doctora Ericka Tung, internista y geriatra en Rochester, Minnesota, Estados Unidos.

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De acuerdo con la experta, es de vital importancia que los adultos mayores dejen de conducir en el momento adecuado, y no después de haber sufrido un accidente.

Para identificar el momento adecuado, “se anima al diálogo abierto entre los pacientes, las familias y los equipos de atención primaria, para garantizar la seguridad en la carretera”, puntualizó Tung.

Señales para poner atención

Determinar cuándo ha llegado el momento de que un adulto mayor renuncie a la conducción puede no ser fácil. Sobre todo porque no existe una sola prueba individual que pueda determinar si una persona mayor debe seguir conduciendo o no, enfatizó la especialista.

No obstante, existen una serie de señales a las que los familiares deben estar atentos, para que cuando sean detectadas se acuda con un especialista en salud, quien determinará si una persona puede seguir conduciendo.

Las señales que determinan cuándo es momento de abandonar las llaves del auto son:

1. Problemas con la vista. Incluyen dificultad con la percepción de profundidad y los campos visuales.

2. Habilidades de pensamiento. Incluye los cambios en la memoria, la atención o el lenguaje.

3. Movilidad y función física. Incluye el rango de movimiento y la coordinación del cuello, la parte superior del cuerpo y la parte inferior del cuerpo.

4. Afecciones de salud que pudieran afectar a la capacidad de conducir un vehículo de forma segura.

5. Toma de medicamentos que pudieran alterar las capacidades que se requieren para conducir.

Otro factor clave es la información extra que pueden ofrecer los familiares, como por ejemplo el desempeño en la conducción, la capacidad de realizar las tareas de la vida cotidiana y los antecedentes de caídas del adulto mayor.

Todo lo anterior sirve para ayudar a determinar si un adulto mayor necesita un curso de actualización sobre la seguridad en la conducción o si debe dejar de conducir, subrayó la experta.

 

Vía: Health Day News