La noche de Año Nuevo es el momento perfecto para establecer metas y propósitos que nos ayuden a mejorar nuestra salud. Es importante no tomarlo a la ligera y enfocarse en cambiar hábitos que ponen en riesgo nuestro bienestar físico y mental.
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¿Cómo comenzar?
- Inicia el día con un vaso de agua, justo al despertar y antes de tomar café. Esa dosis de líquido activará tu metabolismo y tus órganos digestivos. “Sentirás vitalidad porque el agua despeja la mente, hidrata el cuerpo y te ayuda a ir al baño a intervalos regulares”, señaló Libby Mills, nutrióloga de la Academia de Nutrición Dietética de Estados Unidos.
- No olvides tus colaciones, es decir, tu refrigerio entre el desayuno y la comida y entre la comida y la cena. Pueden ser nueces, que provienen de una fuente vegetal saludable y ayudan a controlar el colesterol, o amaranto, que contiene proteínas y minerales.
- Come sólo lo necesario. Recuerda que comer demasiado es dañino para la salud, pero comer muy poco también. Cuando no te alimentas bien, tu metabolismo se hace lento y el organismo empieza a consumir los músculos y a retener grasa, lo que ocasionará que engordes.
- Usa platos pequeños. Así, aunque los llenes, tus raciones de comida serán moderadas con una menor ingesta de calorías que te producirá la sensación de estar satisfecho.
- Duerme de siete a ocho horas al día para mejorar los hábitos alimenticios. Cuando una persona se siente cansada, come demasiado o elige opciones poco saludables. Además, la falta de sueño puede alterar los niveles de las hormonas que regulan el hambre y el metabolismo.
Si necesitas apoyo de un profesional para establecer nuevos hábitos alimenticios, acércate a un experto en nutrición.
Vía: Notimex
