La tiroides es una glándula endocrina en forma de mariposa —ubicada en el cuello, justo arriba de la clavícula—. Esta parte del cuerpo controla el metabolismo, la temperatura y el procesamiento de las calorías. Cuando la glándula tiroides funciona mal, pueden aparecer diversos síntomas, como estreñimiento, diarrea, pérdida de cabello, trastornos digestivos, aumento de peso y fatiga.

Conoce más: ¿Cuál es el papel de la glándula tiroides?

Este tipo de enfermedad provoca que el cuerpo consuma la energía más lento o más rápido de lo debido, según si se trata de hipertiroidismo o hipotiroidismo. Para mantener esa situación bajo control y evitar problemas, se recomienda complementar los tratamientos médicos con los siguientes micronutrientes.

  1. Yodo. Según especialistas en salud, la deficiencia de yodo es la causa más común de hipotiroidismo. Para obtenerlo puedes elegir entre estas opciones: huevos, acelga, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, mejillones o atún.
  2. Ácidos grasos Omega-3. Los ácidos grasos Omega-3 son los responsables de impulsar el metabolismo, aumentar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la inflamación que causa la lenta función tiroidea. Incorpora a tu dieta los siguientes alimentos: aceite de linaza, salmón, pescado azul, como atún, bacalao y caballa y, en menor medida, frutos secos.
  3. Zinc. Es uno de los minerales más importantes en el cuerpo y juega un papel esencial en la función de la hormona tiroidea. Puedes incluir en tu dieta: ostras, germen de trigo, salvado, carne de cordero, jengibre, frutos secos y guisantes.
  4. Cobre. El cobre desempeña un papel esencial para el buen funcionamiento de la tiroides y para la producción de las hormonas responsables de regularla. Los alimentos que la contienen son: hígado, riñón, mollejas y otras vísceras. También se encuentra en carnes, cereales integrales, cacao y legumbres.
  5. Hierro. El hierro forma parte del mecanismo que transporta las hormonas tiroideas dentro de las células. Las lentejas, garbanzos, arroz integral, almendras, semillas de girasol, hígado, sardinas, yemas de huevo y espinacas son opciones ricas en hierro.

Si tienes dudas, consulta a un profesional en salud.

 

Vía: Hola Doctor

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