Llevar una alimentación equilibrada es un pilar fundamental en la salud integral de las personas. Sin embargo, el hecho de que los padres obliguen a sus hijos a seguir una dieta sin brindar la información adecuada puede causar el efecto contrario, encontró una reciente investigación.

Que los padres de familia motiven a sus hijos para que hagan dieta es una conducta habitual. No obstante, en la mayoría de los casos la motivación no es la correcta, expuso Jerica Berge, autora del estudio y codirectora del Centro de Alimentación y Actividad Saludables durante toda la Vida del Centro Médico de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos.

La motivación elegida por los padres es seguir una dieta centrándose únicamente en perder peso, lo cual no causa beneficio alguno en los jóvenes, sino todo lo contrario, pues los lleva a realizar hábitos alimenticios que perjudican su salud integral, indicó la experta.

Por si fuera poco, cuando los padres se centran en la dieta de un adolescente solo para bajar de peso, se crea un ciclo no saludable que puede dañar a las siguientes generaciones. “Los adolescentes a los que sus padres animaron a hacer dieta eran más propensos a hacer lo mismo con sus propios hijos”, dijo Berge.

“También eran más propensos a tener sobrepeso y obesidad, más propensos a seguir una dieta o a los atracones de comida, y a tener un satisfacción corporal más baja”, agregó.

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De acuerdo con los resultados del estudio, que fueron publicados en la edición online de la revista especializada Pediatrics, los riesgos de que los padres obliguen a sus hijos adolescentes a hacer dieta solo para bajar de peso incluyen:

1. Un 25% más de probabilidades de desarrollar sobrepeso.

2. Un 37% más de probabilidades de desarrollar obesidad.

3. Un 20% más de probabilidades de llevar una dieta restrictiva, desequilibrada o poco saludable.

4. Un 72% más propensos a los atracones de comida.

5. Un 79% más de probabilidades de tener conductas de control de peso poco saludables.

¿Cómo deben los padres abordar este tema?

De acuerdo con la experta, centrarse en el peso de un adolescente o remarcar que tiene exceso de grasa puede hacer que esté en riesgo de sufrir problemas alimentarios en el futuro. Pero, si por el contrario, los padres hablan sobre los beneficios para la salud de llevar una dieta equilibrada, esto tendrá un efecto protector para su peso en el futuro.

“A los padres les preocupan sus hijos, pero deben intentar centrarse en las conversaciones saludables. En lugar de centrarse en el peso, hablar sobre cómo comer de forma saludable puede ayudar a todos los miembros de la familia a ser más fuertes físicamente y a vivir más tiempo”, aseguró Berge.

Los padres deben ser modelos a los que imitar. Tienen que crear un ambiente de alimentación saludable y un estilo de vida sano para sus hijos. Si uno de los padres tiene problemas con su propia imagen corporal o una relación no saludable con la comida, probablemente lo transmitirá a sus hijos”, indicó por su parte Samantha Heller, nutricionista del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos.

 

Vía: Health Day News