Muchos productos para el cuidado de la piel prometen mejorar la apariencia exfoliando —o eliminando las células muertas— de la capa externa de la piel.

Pero a veces, la exfoliación puede hacer más daño que bien, según lo afirma la Academia Americana de Dermatología (AAD).

«Para algunas personas, la exfoliación puede en realidad empeorar el estado de la piel aumentando el enrojecimiento o los brotes de acné», señaló la doctora Rebecca Tung, profesora asociada de dermatología en el Loyola University Medical Center en Maywood, Illinois. «Si eliges exfoliarte, es importante hacerlo con seguridad para que no dañe tu piel».

Antes de exfoliarte, considera tu tipo de piel, aconseja Tung.

  • La piel sensible a menudo se quema o sufre escozor después de utilizar productos para el cuidado de la piel.
  • La piel normal es clara y no sensible.
  • La piel seca es escamosa, con picazón o áspera.
  • La piel grasa es brillante y aceitosa.
  • La piel mixta es seca en algunas zonas y con grasa en otras.

«Conocer tu tipo de piel te ayudará a elegir el método de exfoliación que mejor se adapte a tu piel», asegura Tung.

Hay dos maneras de exfoliar en casa. La piel muerta se puede quitar con una herramienta mecánica, como un cepillo o esponja. También se puede quitar suavemente con productos químicos, como los ácidos alfa y beta hidroxi, subrayó Tung.

Estos pasos te ayudarán a prevenir los daños:

1. Considera los medicamentos y productos para el cuidado de la piel que ya usas.

Algunos pueden hacer que tu piel sea más sensible, como las cremas retinoides de prescripción o productos que contienen retinol o peróxido de benzoilo. Exfoliante al usar estos productos puede desencadenar brotes de acné o sequedad excesiva.

2. Elige un método adecuado para tu tipo de piel.

Las personas con piel seca, sensible o propensa al acné deben considerar el uso de una toallita y un exfoliante químico suave. Aquellos con piel grasa y gruesa pueden preferir tratamientos químicos más fuertes o exfoliación mecánica. Aquellos con piel más oscura pueden no responder bien a los exfoliadores fuertes.

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3. Sé amable con tu piel.

Los exfoliantes químicos deben aplicarse suavemente en un pequeño movimiento circular durante unos 30 segundos. Enjuague con agua tibia. Nunca exfoliar si su piel está rota, cortada o quemada por el sol.

4. Aplica crema hidratante inmediatamente después de exfoliar.

No lo olvides, pues ayudarás a mantener a tu piel con niveles de humedad adecuados.

5. No exageres.

En la mayoría de los casos, cuanto más agresiva sea la exfoliación, menos se debe hacer. Exfoliarse demasiado a menudo puede dejar la piel roja e irritada.

Si tienes preguntas, un dermatólogo puede evaluar tu piel y ayudarte a decidir si la exfoliación será beneficiosa para ti, finalizó Tung.

 

Vía: Health Library