Las uñas quebradizas, médicamente llamadas onicosquicia, afectan a más mujeres que a hombres en todo el mundo. El trastorno puede llegar a interferir con las actividades diarias e impactar negativamente en las habilidades ocupacionales.
La condición generalmente es causada por el humedecimiento y secado repetidos de las uñas, y tiende a empeorar en condiciones de baja humedad y durante los inviernos secos.
Ante ello, el American Osteopathic College of Dermatology brinda los siguientes consejos para prevenir el problema:
- Aplica una loción que contenga alfa-hidroxiácidos o lanolina en las uñas después de sumergirlas en agua durante 5 minutos.
- Usa guantes mientras haces las tareas del hogar.
- Aplica una preparación de uñas transparente una vez por semana o considera un esmalte de uñas con fibras de nailon para aumentar la resistencia.
- Sé amable con tus uñas y redúcelas con una lima fina. Dales una forma redondeada mediante una curva suave.
- No uses un instrumento de metal para empujar las cutículas hacia atrás.
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La onicosquicia puede dividirse en dos tipos: distal —a menudo asociada con condiciones de humedad constante, edad avanzada y contacto con sustancias químicas— y proximal —en general un efecto secundario de enfermedades como psoriasis y liquen plano, así como del uso de medicamentos llamados retinoides orales (relacionados con la vitamina A)—.
El diagnóstico de la onicosquicia es clínico, de ahí la importancia de conocer la ocupación del paciente y determinar si su historial médico tiene alguna relevancia para la afección.
Recuerda que, con la edad, las uñas de las manos se vuelven más suaves y frágiles, por lo que pueden desarrollar fisuras y separarse en capas y estrías longitudinales. Por lo anterior, además de proteger tus manos con guantes, será necesario aplicarte cremas hidratantes y evitar usar tus uñas como herramientas para realizar tareas ocupacionales o domésticas.
Vía: Health Day News / Dermatología, Cosmética, Médica y Quirúrgica
