La gran mayoría de los padres de familia suelen preocuparse más por sus hijos cuando no están en casa. Sin embargo, la realidad es que un alto porcentaje de los golpes, caídas y accidentes que llevan a millones de pequeños a las salas de emergencia suceden en el propio hogar.

De acuerdo con expertos, esto se debe a que las personas consideramos que nuestro hogar es un lugar completamente seguro, un pensamiento que suele causar un exceso de confianza y propicia que los más pequeños de casa resulten lastimados.

Muchos de los accidentes que sufren los niños en su propio hogar incluyen caídas de la cama, de una silla del comedor, de una andadera, de un juguete montable o de una superficie alta.

Aunque algunas de estas lesiones no pasan de ser cortadas y rasguños menores, las estadísticas señalan que casi el 60% de estos accidentes incluyen un golpe en la cabeza, y el 14% alguna fractura ósea.

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Los escenarios que propician los accidentes son muy variados. Por ejemplo, muchas caídas de bebés se producen cuando se les deja sin supervisión adulta en una silla, en el asiento de un coche o en alguna superficie elevada.

Por otra parte, las caídas entre los niños mayores de 3 años de edad con frecuencia se deben a que logran o intentan subirse a algún mueble. Los niños más pequeños también intentan subir impulsándose mediante el uso de las patas de los muebles, los televisores, las mesas y las camas.

Expertos recomiendan a los padres de familia prevenir este tipo de accidentes llevando a cabo sencillas acciones, como por ejemplo:

1 Colocar puertecillas de seguridad en las puertas y en las escaleras. Se debe utilizar puertecillas de seguridad que deban ser montadas con herramientas, ya que son más seguras que las que sólo requieren ser montadas a presión.

2 Establecer reglas sobre no subirse, no jugar y no saltar en los muebles.

3 No se debe dejar a los bebés y a los niños pequeños sin supervisión en los asientos de los coches o en las sillitas para comer, y no se deben colocar estos asientos en la barra de la cocina o sobre las mesas.

4 Asegurarse de que cualquier mueble al que un niño podría intentar subir esté completamente estable. Esto es especialmente importante con las cómodas del dormitorio.

5 Plantearse la posibilidad de clavar con tornillos las estanterías a la pared.

 

Vía: Health Library