alergiasLas alergias en primavera están a la orden del día, y no siempre resulta fácil distinguirlas de los resfriados comunes, según la Escuela de Medicina de Harvard, en Estados Unidos.

Sin embargo, existen algunas medidas de prevención para evitar o disminuir las molestias que trae consigo esta afección, especialmente para cuidar a los más pequeños de la familia.

Claire McCarthy, pediatra del Hospital Infantil de Boston, recomienda lo siguiente.

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1. Cierra las ventanas. Aunque es tentador mantenerlas abiertas por las altas temperaturas, debes saber que el aire que atraviesa tu ventana está cargado de polen. Si dispones de aire acondicionado, es mejor que lo tomes como tu primera opción.

2. Lávate y cámbiate cuando llegues a casa. Es indispensable que aquellos que padecen de alergia, o convivan con alguien con predisposición a sufrirla, se cambien la ropa y laven sus manos al llegar a casa, con la finalidad de eliminar el polen que portan.

“Intenta mantener tu casa libre de polen tanto como puedas (…) Si es posible, mantén a tu hijo fuera del dormitorio durante el día y báñalo antes de ir a la cama”, previene McCarthy.

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3. Considera las condiciones climáticas. Aunque es fundamental que los menores pasen el tiempo necesario en el exterior y tomen la cantidad necesaria de sol —para la producción de vitamina D—, debes pensar si esto resulta una buena opción.

Recurre a aplicaciones sobre el clima que cuenten con contadores de polen. Infórmate antes de hacer planes para salir.

4. Utiliza la medicación de forma adecuada. Pensar que los medicamentos para las alergias deben tomarse solamente cuando se experimentan síntomas es un error.

De acuerdo con la especialista, las medicaciones para la alergia funcionan mejor cuando se toman de forma continua. Es indispensable que te orientes sobre este punto con un médico.

5. En caso de no funcionar los fármacos, consulta a un médico. Actualmente, la mayoría de los medicamentos para este tipo de padecimientos se encuentran disponibles sin receta médica. Sin embargo, en muchas ocasiones no son lo que realmente tu cuerpo —o el de tu hijo— necesita.

Un médico puede determinar qué fármaco y qué dosis es la adecuada para cada individuo; además, es la persona indicada para establecer si no existe otra afección.

 

Vía: Infosalus.com