El sistema vascular, también conocido como aparato circulatorio, se encarga de transportar la sangre a través del cuerpo —arterias, venas y capilares—. Los problemas circulatorios son muy comunes, principalmente en las piernas. A medida que se envejece, aumentan las probabilidades de tener una enfermedad vascular. Si a esto se suma la presencia de válvulas débiles o lesionadas en las venas, existe mayor riesgo de sufrir várices.
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Los principales síntomas de una mala circulación son: dolor, fatiga, ardor o molestia en los músculos de pies, pantorrillas y muslos. Las piernas pueden sentirse entumecidas al estar en reposo. Si bien es un problema que puede prevenirse a través de un estilo de vida saludable, existen algunos cambios que podrían ayudar a combatir las molestias.
- Encuentra un equilibrio entre el ejercicio y el descanso. Actívate físicamente, puedes caminar y alternar con períodos de descanso en caso de sentir dolor. Con el tiempo, la circulación mejora, debido a que se forman nuevos vasos sanguíneos.
- Abandona el tabaquismo. El tabaquismo estrecha las arterias, disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno e incrementa los riesgos de formación de coágulos.
- Cuida tus extremidades, especialmente si padeces diabetes. Preocúpate por tu calzado y presta atención a cualquier cortadura, raspadura o lesión. En caso de problemas en los pies, visita a un especialista. Toma en cuenta que las heridas tardan más en sanar cuando hay una disminución en la circulación.
- Controla tu presión arterial y baja de peso en caso de contar con unos kilos de más.
- Si tu colesterol está alto, adopta una dieta baja en grasas. No olvides vigilar tus niveles de azúcar y mantenerlos bajo control.
