En el mundo, son pocas las personas que logran encontrar su gran pasión y además vivir de ella. Lo anterior causa que, durante dicha búsqueda, mucha gente termine por sentirse abrumada a causa del estrés y decida dejar de intentarlo.

Si bien no todos somos buenos en lo que nos gustaría serlo, esto no necesariamente significa que seamos incapaces de encontrar nuestra pasión, indicó un experto.

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Esto se debe a que una persona puede ser capaz de generar -a través de dedicación y esfuerzo- su pasión o mayor interés, apuntó Paul O’Keefe, profesor adjunto de Psicología en el Yale-NUS College de Singapur.

La pasión no se encuentra

“Los seres humanos suponemos que nuestras pasiones o intereses solo necesitan ser ‘encontrados’ o revelados. Además, creemos que al descubrirlos estarán desarrollados por completo”, pero creer eso es un gran error, subrayó.

“Según esa lógica, al dedicarnos a nuestra pasión, la motivación debería ser inagotable y la tarea debería parecernos relativamente sencilla”, detalló. Sin embargo, en realidad es posible desarrollar intereses y pasiones si se les dedica suficiente tiempo y esfuerzo, destacó O’Keefe.

De acuerdo con el experto, “si por naturaleza no somos buenos para algo, es muy fácil ponernos una etiqueta y convencernos de que sencillamente no servimos para eso. Si conservamos esta mentalidad de impotencia aprendida hasta nuestra edad adulta, cuando no conseguimos algo al primer o segundo intento, creemos que es mejor claudicar”.

En lugar de ello, O’Keefe recomienda enfocarse en evitar sentir miedo de ser terribles para algo y no poder hacerlo, ya que ese temor impide disfrutar las dificultades como lo que en realidad son: elementos necesarios y saludables de cualquier proceso de crecimiento para alcanzar el éxito.

Consejos

Para encontrar una pasión sin sentirse abrumados por el estrés y el temor a ser malos realizando algo, O’Keefe recomienda tomar las siguientes consideraciones:

1. Cambiar el enfoque con respecto a posibles pasiones nuevas al redefinir el fracaso como el catalizador para cambiar y mejorar, en lugar de considerarlo como un destino final.

2. Observar a personas exitosas que admiremos y estudiarlas no solo por sus victorias y logros, sino también fijarse en cómo superaron momentos difíciles, cómo aprendieron e hicieron cambios después de sufrir algún fracaso.

3. Al explorar pasiones nuevas, recordar que el proceso en sí mismo, así como los pasos a tomar, son tan importantes como la meta final. Se debe aprender a reconocer y celebrar pequeños triunfos a lo largo del camino.

4. Saber cuándo abandonar. Si se tienen problemas para decidir si se debe tirar la toalla o perseverar, el experto sugiere preguntarse a sí mismo las siguientes preguntas: ¿lo estoy disfrutando? ¿Es importante para mí llegar a hacerlo bien? ¿Esas habilidades son útiles para mí?

 

Vía: The New York Times