Incluso si tú, tu pareja y tus niños no son de esas personas que se enferman a menudo, es una excelente idea construir una relación con un médico de familia.

Por ello, la Academia Americana de Médicos de Familia recomienda:

  1. Pregunta a tus amigos, familiares y conocidos por sus opiniones sobre un médico que a ellos en particular les haya gustado.
  2. Haz una cita de consulta con el médico para presentarte y hacerle las preguntas que desees.
  3. Averigua si las horas de oficina del médico, el seguro, el hospital y su práctica general de trabajo funcionan para ti y tu familia.
  4. Asegúrate de que te sientes cómodo(a) con el médico y estás satisfecho(a) con las respuestas a tus preguntas.

Un médico de familia es un médico de atención primaria, lo que significa que es un profesional de la salud que practica la medicina general. De ahí que sea nuestra primera parada (o nuestra figura de referencia), cuando tanto papás como hijos, u otros familiares, necesitamos atención médica.

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Los médicos de atención primaria suelen tratar las afecciones de sus pacientes en sus propias consultas. Pero, si no pudieran tratarlas, los remitirán a especialistas de confianza. Si tú o tu hijo(a) necesitara someterse a un tratamiento prolongado o ingresar en un hospital, tu médico de familia supervisaría el tratamiento, ayudaría a tomar decisiones sobre el mismo o te/lo(la) remitiría a otros especialistas si fuera necesario.

En el sistema de salud de México no siempre es factible escoger a tu doctor, sin embargo, existen muy buenos médicos de atención primaria y es importante que establezcas una buena relación con ellos, para que recibas la mejor atención.

 

Vía: Health Library / Kids Health