estudio-del-sueño-2¿No puedes dormir y no encuentras una manera para lograrlo?, un estudio del sueño (denominado polisomnografía en el ámbito médico) podría ayudarte a determinar lo que está detrás de tu insomnio.

La Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos señala que debes practicarte este tipo de examen si:

  1. Tu médico no puede averiguar lo que está causando tus problemas de sueño.
  2. Has intentado tratamientos para tus problemas de sueño sin tener éxito alguno.
  3. Tienes somnolencia diurna significativa o ronquido crónico.
  4. Te despiertas frecuentemente durante la noche, o tiene problemas para conciliar el sueño.

Un estudio del sueño es un examen que registra ciertas funciones corporales conforme uno duerme o trata de dormir. Se usa para diagnosticar trastornos del sueño, como por ejemplo la apnea obstructiva del sueño, somnolencia diurna, narcolepsia, entre otros.

Conoce más: Sueño nocturno, fundamental para regular funciones biológicas

Dicho prueba mide los ciclos y etapas del sueño al registrar los siguientes factores:

  • Flujo de aire que entra y sale de los pulmones durante la respiración.
  • Niveles de oxígeno en la sangre.
  • Posición del cuerpo.
  • Ondas cerebrales (electroencefalograma – EEG).
  • Esfuerzo y frecuencia respiratoria.
  • Actividad eléctrica de los músculos.
  • Movimientos oculares.
  • Frecuencia cardíaca.

La polisomnografía puede concretarse tanto en un centro del sueño (centro especializado para estudiar el sueño) como en tu hogar.

Un dato importante es que en la población adulta, los resultados del estudio por encima de 5 podrían significar que la persona padece apnea del sueño.

Una vez realizado el examen, para llevar a cabo el diagnóstico y decidir adecuadamente sobre el tratamiento, el especialista del sueño también debe examinar:

  • Otros resultados de la polisomnografía
  • La historia clínica y las quejas referentes al sueño del paciente
  • El examen físico

 

Vía: HealthDay News / Medline Plus