,

La diabetes ─enfermedad crónica en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre─ es actualmente una de las principales amenazas a la salud integral que enfrenta la humanidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que 422 millones de personas padecen esta enfermedad en todo el mundo.

Fumar, por su parte, es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. La OMS estima que la adicción al tabaco cobra cada año la vida de más de 7 millones de personas.

Conoce más: 3 consejos infalibles para dejar de fumar

Si bien la diabetes y el tabaco son por sí solas dos grandes amenazas a la salud integral, imagina los riesgos que corren las personas que padecen diabetes y fuman.

Riesgos

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), las personas que fuman tienen entre 30 y 40% más probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 en comparación con las personas que fuman.

Mientras que las personas que ya padecen esta enfermedad crónica y además fuman tienen probabilidades más altas de tener problemas para controlar su afección. Independientemente del tipo de diabetes que padezca una persona, fumar hará que le sea más difícil controlarla.

Tener diabetes y fumar es una combinación que se relaciona con unas altas probabilidades de sufrir problemas graves de salud, entre los que destacan:

1. Enfermedades cardíacas y de los riñones.

2. Inadecuada circulación de la sangre en las piernas y los pies, lo cual puede producir infecciones, llagas e incluso posibles amputaciones.

3. Retinopatía (enfermedad de los ojos que puede causar ceguera).

4. Neuropatía periférica (daños en los nervios de los brazos y las piernas que causan adormecimiento, dolor, debilidad y mala coordinación).

Los expertos en salud son claros en subrayar que las personas que padecen diabetes deben alejarse del tabaco y dejar de fumar, ya que esto puede beneficiar su salud inmediatamente.

Las personas con diabetes que dejan de fumar pueden controlar de mejor manera sus niveles de azúcar en la sangre y mejorar con ello su calidad de vida.

 

Vía: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC)