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La pandemia de COVID-19 ha sobrealimentado el estrés financiero de muchísima gente alrededor del mundo, indica una experta.

En Estados Unidos, por ejemplo, alrededor de la mitad de sus habitantes tenía un ingreso estable antes de la pandemia, según una encuesta reciente del First National Bank of Omaha, y ahora muchos han perdido sus empleos.

«El estrés financiero generalizado que siente la mayoría de las personas ahora está por los cielos, ya que muchas de ellas no tenían ahorros antes de que estallara la crisis», señaló Julie Kalkowski, directora ejecutiva de Financial Hope Collaborative en la Universidad de Creighton, en Omaha, Nebraska (Estados Unidos).

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Kalkowski administra un programa de la Escuela de Negocios de la citada universidad que educa a las personas sobre la psicología del dinero, el seguimiento de los gastos, el ahorro para emergencias y las solicitudes de crédito.

Por ello, la especialista ofrece algunos consejos sobre cómo reducir la ansiedad financiera durante y después de la pandemia de COVID-19:

  1. No entres en pánico. No uses tarjetas de crédito o préstamos de día de pago para hacer frente a tu deuda. Sus altas tasas de interés pueden hacerte daño financiero a largo plazo. En su lugar, busca soluciones creativas como contactar a propietarios, empresas de servicios públicos y acreedores para negociar planes de pago. Y no ignores las facturas. Hacerlo puede empeorar una mala situación financiera.
  2. Cuídate con los estafadores. Las estafas están proliferando en este momento. Examina a fondo cualquier oferta haciendo llamadas adicionales y/o buscando más información en fuentes confiables en línea. Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, probablemente lo sea. Para protegerte del robo de identidad, evita compartir información personal por mensaje de texto o correo electrónico.
  3. Concéntrate en lo que puedes controlar. Haz un plan de gastos. Evalúa cuánto dinero obtienes y gastas cada mes, prioriza las cuentas que se deben pagar, elimina los gastos no esenciales y realiza un seguimiento de los gastos guardando todos tus recibos. Ajusta los gastos en consecuencia cada mes, enfocándote en créditos, hipotecas o alquileres, servicios públicos, alimentos y artículos necesarios para refugiarte en tu hogar.
  4. Ahorra más, gasta menos. Después de la pandemia, aumente tus ahorros y reduce los gastos no esenciales. Por ejemplo, consolida los planes de cable y prepara comidas en casa en lugar de comer en restaurantes o hacer pedidos. Compara los precios cuando compres para obtener las mejores ofertas posibles, pero compra solo por necesidad, no por deseo.

 

Vía: Health Day News