Los problemas de visión suelen ocurrir de forma gradual y sin dolor, y la mayoría de las personas no se dan cuenta hasta después de que se ha hecho el daño. Aplazar el cuidado de los ojos aumenta el riesgo de afecciones oculares no detectadas o no controladas, así como de daño ocular y pérdida de la visión, especialmente por glaucoma.

«Con la atención ocular tardía, estamos viendo casos más graves de glaucoma y más personas que acuden a la sala de emergencias con pérdida avanzada de la visión», lamentó la doctora Lucy Shen, oftalmóloga que especializada en el tratamiento de glaucoma en el Hospital Massachusetts Eye and Ear (Estados Unidos).

A veces, los cambios de presión ocular que dañan la visión en el glaucoma ocurren rápidamente.

«Dos de mis pacientes tuvieron un empeoramiento del glaucoma. Su presión ocular era normal en marzo. Deberían haber regresado en junio, pero cancelaron. Cuando regresaron en septiembre, tenían una presión ocular muy alta y necesitaban cirugía», señaló Shen.

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Otros riesgos

Retrasar el cuidado de los ojos también lleva a que otros problemas oculares no se controlen. Las siguientes afecciones tienen pocos síntomas o síntomas menores al principio y solo pueden detectarse mediante exámenes oculares.

  1. Derrame ocular. Al igual que el corazón o el cerebro, el ojo puede sufrir daños por la obstrucción de un vaso sanguíneo. Un derrame ocular ocurre cuando se interrumpe el flujo sanguíneo que sale de la retina (el componente que funciona como sensor de luz en la parte posterior del ojo). Puede causar pérdida de visión temporal o permanente. Las personas con presión arterial alta, diabetes, glaucoma y enfermedades cardiovasculares tienen un mayor riesgo de padecer esta afección.
  2. Retinopatía diabética. La diabetes puede hacer que los vasos sanguíneos de la retina se vuelvan «permeables», lo que lleva a una pérdida temporal de la visión. «A veces, la sangre se aclara por sí sola. Si no es así, es posible que necesites cirugía. Si la sangre vieja o los vasos sanguíneos nuevos bloquean el drenaje del ojo, puede aumentar la presión ocular y causar glaucoma», advierte Shen.
  3. Degeneración macular relacionada con la edad. Esta condición destruye gradualmente la mácula, la porción central de la retina. Es la parte del ojo que otorga la visión central necesaria para ver los objetos con claridad.

RECUERDA: Con base en la información anterior, es importante que acudas con el oftalmólogo al menos una vez al año. Si tras revisarte encuentra algún problema con tu visión, procura siempre acudir a tus citas médicas y no posponerlas para prevenir cualquier complicación.

 

Vía: Harvard Medical School