Es sabido que la naturaleza tiene un poder significativo sobre la salud de los humanos, gracias a su efecto calmante y positivo. ¿Sabías que vivir cerca de árboles puede variar el funcionamiento de tu cerebro?
Si quieres conocer los efectos concretos de convivir con la naturaleza, sigue leyendo.
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Reducen la materia particulada en el aire —contaminación—.
Un árbol puede reducir la materia particulada en su entorno hasta un 24%, según un estudio del centro The Nature Conservancy, con sede en E.U.
Este tipo de contaminante se compone de polvo de construcción, combustibles fósiles y leña, entre otras fuentes, mismas que pueden penetrar profundamente en los pulmones y provocar accidentes cerebrovasculares, problemas cardíacos y enfermedades respiratorias.
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Reducen la temperatura hasta 2º C.
Las olas de calor dificultan la vida de millones de personas. Afortunadamente, los árboles tienen un impacto crucial en este sentido.
«Muchos estudios científicos han demostrado que la sombra de los árboles, además de la transpiración durante la fotosíntesis, contribuyen a reducir la temperatura del aire y consecuentemente el consumo de electricidad para aire acondicionado», afirma The Nature Conservancy.
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Aumentan el bienestar psicológico.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford, caminar durante 90 minutos en la naturaleza tiene un fuerte impacto en el cerebro, disminuyendo el riesgo de depresión.
La investigación también descubrió que existen beneficios en la corteza prefrontal subgenual, región del cerebro asociada al pensamiento de autocrítica y a comportamientos de aislamiento social.
¡Disfruta de estos beneficios! Rodéate de naturaleza. Recuerda que, según la OMS, una de cada nueve muertes en el mundo es a causa de la exposición a la contaminación.
Vía: BBC Salud
