Actualmente, es común que los niños vean violencia en todas partes, especialmente cuando se sientan a mirar televisión, películas y al jugar videojuegos. Entonces, ¿cómo pueden los padres «minimizar» lo que ven sus hijos?

La Academia Americana de Pediatría sugiere lo siguiente:

  1. No permitas que tus niños menores de 6 años vean cualquier tipo de violencia en la pantalla, ya sea una TV o un dispositivo móvil.
  2. Juega el videojuego con tu hijo, o vean el programa o película juntos. Esto te ayudará a entender lo que tu niño observa, y te ofrece la oportunidad de hablar con él o ella sobre los valores que comparten como familia.
  3. Si no te sientes cómodo con lo que tu hijo ve, no tengas miedo de imponerle una restricción.

Los niños de hoy ven televisión por un promedio de tres a cuatro horas diarias. La TV puede influir de forma poderosa en el desarrollo de un sistema de valores y en la formación del comportamiento. Por desgracia, mucha de la programación actual es violenta. Cientos de estudios sobre los efectos de la violencia en la televisión en niños y adolescentes han descubierto que los menores pueden:

  • Volverse «inmunes» al horror de la violencia.
  • Gradualmente aceptar la violencia como un modo de resolver problemas.
  • Imitar la violencia que observan en la TV.
  • Identificarse con ciertos personajes, ya sean víctimas o agresores.

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Más violencia, mayor agresividad

Los niños que son expuestos excesivamente a la violencia en TV suelen ser más agresivos. En ocasiones, el mirar un sólo programa violento puede incrementar la agresividad. Asimismo, los niños que miran espectáculos donde la violencia es demasiado realista, se repite con frecuencia o no recibe castigo, son los que más tratarán de imitarla.

Los pequeños con problemas emocionales, de comportamiento, de aprendizaje o de control de sus impulsos pueden ser influenciados más fácilmente por la violencia en la TV, por lo que su impacto puede ser evidente e inmediato en el comportamiento del menor. Cabe destacar que la conducta violenta también puede surgir años más tarde, y la gente joven tiende a verse afectada incluso cuando la atmósfera familiar carece de tendencias violentas.

Lo anterior no significa que la violencia en la televisión sea la única fuente de agresividad o de comportamiento violento, pero ciertamente es un factor que contribuye de forma significativa.

Por lo anterior, no olvides seguir estos consejos, y asegúrate de que la cantidad de tiempo que tus hijos miran televisión, sin importar el contenido, sea moderada, pues reduce el tiempo para que realicen otras actividades de mayor beneficio, tales como leer, jugar con sus amigos y desarrollar aficiones, las cuales siempre evitarán el desarrollo de cualquier comportamiento violento.

 

Vía: Health Day News / American Academy of Child & Adolescent Psychiatry