, ,

El cacahuate, como cualquier alimento que posee un alto riesgo de desencadenar una alergia peligrosa, debe introducirse lenta y metódicamente para descartar una posible reacción.

Los síntomas leves de una alergia incluyen tos, estornudos, sarpullido o urticaria. Señales de advertencia más graves incluyen hinchazón de los labios, vómitos, urticaria generalizada, hinchazón de la cara o la lengua, dificultad para respirar, sibilancias o un cambio en el color de la piel, así lo señala el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID).

Por ello, la agencia sugiere cómo introducir poco a poco los cacahuetes en la alimentación de tu hijo:

  1. Alimenta al bebé o niño pequeño con una pequeña porción de cacahuate en una cuchara.
  2. Espera 10 minutos.
  3. Mantente atento(a) a una reacción. Si no hay síntomas de alergia después de esta pequeña probada, dale lentamente el resto de los alimentos que contienen cacahuate a la velocidad de alimentación habitual del niño.

Conoce más: Lactancia materna ayuda a prevenir alergias respiratorias

RECUERDA: Los cacahuetes enteros representan un peligro de asfixia y no se deben dar como alimento a los bebés. Pueden bloquear las vías respiratorias y, si se inhalan cacahuetes enteros o parcialmente masticados en los pulmones, pueden causar una neumonía química grave y posiblemente mortal. Por lo anterior, evita los cacahuetes enteros hasta que tu hijo tenga la edad suficiente para que pueda masticarlos por completo (generalmente a partir de los 4 años en adelante).

Además de la porción en una cuchara, una buena manera de introducir el cacahuate en la infancia es mezclar y diluir una pequeña cantidad de mantequilla de cacahuate en cereales o yogur, así como disolver cucharaditas de mantequilla de cacahuate en la leche materna o fórmula.

 

Vía: Health Day News / Healthychildren.org