Durante la etapa de crecimiento, es esencial fomentar una buena salud ósea. De acuerdo con expertos en el tema, tener huesos fuertes en la infancia garantiza una buena salud el resto de la vida. Tal vez no lo sabías, pero la mayor parte de la densidad ósea se construye durante la infancia y la adolescencia, proceso que finaliza alrededor de los 20 años de edad. Si te interesa favorecer el bienestar de los huesos de tu pequeño, sigue leyendo.

  1. Alimentos ricos en calcio. Se encuentra en los lácteos, las alubias, ciertos frutos secos y semillas, entre otros alimentos. Los niños pequeños pueden necesitar 2 o 3 raciones de leche semidescremada al día, mientras que los niños mayores pueden necesitar 4 raciones. Procura sustituir los alimentos ordinarios por variantes ricas en calcio o enriquecidas con este mineral.
  2. Suplemento de vitamina D. La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio. Especialistas en salud recomiendan que todos los niños tomen suplementos de vitamina D si no ingieren una cantidad suficiente de este mineral en la dieta. Pregunta al médico de tu hijo qué cantidad de vitamina D necesita, así como cuál es la mejor forma de tomarla.
  3. Actividad física. Así como los músculos se vuelven más fuertes al utilizarlos, los huesos también. Las actividades que implican cargar el propio peso, como caminar, correr, saltar y trepar son muy buenas para la salud ósea.

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Si bien pasear en bicicleta y nadar son actividades físicas con numerosos beneficios, no ejercen la presión de soportar el propio peso. Asegúrate de que tu hijo realice una hora de actividad física cada día, como mínimo, que incluya este tipo de ejercicios.

 

Vía: Kids Health