Las chinches de cama pueden encontrar la manera de meterse en tus maletas y tu ropa, para de esa forma irse de paseo contigo y alojarse en la comodidad de tu hogar.

Para prevenir la infestación por estas chinches, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos recomienda lo siguiente:

  1. Revisa si en el lugar donde te alojas hay chinches. Utiliza una linterna para inspeccionar el colchón, la cabecera y el portaequipajes.
  2. Guarda tu maleta en un maletero o portaequipajes, en lugar de en el suelo. Asegúrate de que el maletero esté lejos de la cama.
  3. Revisa tu equipaje tan pronto como llegues a casa. Desempaca tu ropa e inmediatamente métela en la lavadora. Una vez que termine de lavar, seca tus prendas en el ciclo «caliente».

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Las chinches de cama son insectos pequeños, nocturnos y sin alas. Su cuerpo posee un tono que varía entre el color cobre y un café-rojizo oscuro. Las chinches adultas no tienen alas y su cuerpo es aplanado. Son del tamaño de una semilla de manzana. Asimismo, se inflaman y se vuelven rojizas después de alimentarse.

Estas chinches han existido desde la antigüedad y se distribuyen en climas templados alrededor del mundo. Hay diferentes tipos de chinches de cama, pero las más comunes son las de la especie Cimex lectularius, que pueden adaptarse a los ambientes humanos.

Es común encontrarlas en casas o edificios, especialmente en los tejados. Estos insectos son conocidos por alimentarse de los murciélagos y las mascotas, aunque su fuente primaria de nutrición es la sangre humana.

Las chinches de cama están esparcidas por el mundo debido a que los viajeros las transportan en sus equipajes, en los artículos de ropa, en los cubrecamas, en las coberturas de los colchones, el las almohadas, y en los muebles. Aunque pueden habitar en lugares inusuales, es más probable encontrarlas en pequeñas hendiduras cerca de las camas o entre las mantas y las sábanas.

 

Vía: Health Library / Orkin