Expertos afirman que la mejor forma de evitar los estragos que provocan las enfermedades crónicas es a través de la prevención, pero ¿qué ocurre cuando nos dan la mala noticia de que padecemos un mal degenerativo?

En un primer momento, todo parece ser abrumador. Tómalo con calma, aunque pareciera complicado manejar un diagnóstico negativo, como diabetes, hipertensión o VIH, es importante informarse y conocer el proceso de la enfermedad, así como su evolución y pronóstico.

La actitud ante el problema es fundamental. Por lo regular, los diagnósticos médicos no favorables representan un factor de riesgo para desarrollar problemas de ansiedad y depresión. Esto resulta una barrera para conseguir una buena calidad de vida. Te recomendamos tomar en cuenta lo siguiente.

  1. Apégate al tratamiento médico.

Sigue las indicaciones de tu médico y toma los fármacos que te ha prescrito. Recuerda que es importante acudir a las consultas, realizarse los estudios clínicos recomendados y no automedicarse.

  1. Realiza actividad física.

Es sabido que hacer ejercicio ayuda a mantener un organismo saludable, así como a regular la presión arterial, los niveles de glucosa, el peso y el IMC, agentes relacionados con una buena salud.

  1. Lleva una alimentación saludable.

Dependiendo de tu estado de salud, debes elegir cierto tipo de alimentación. Por ejemplo, se recomienda la dieta mediterránea para personas con enfermedades cardíacas. También existe la dieta DASH, especial para personas que padecen hipertensión.

Lo ideal es visitar a un especialista en nutrición que pueda ayudarte a elegir aquellos alimentos que complementen y mejoren tu tratamiento.

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De acuerdo con César Navarrete Hernández, titular de la oficina de Cultura Física y Deportes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, estos pasos pueden mejorar en gran medida el estilo de vida de los pacientes, así como la autoestima y el desarrollo social y familiar.

 

Vía: Notimex