Cuando alguien sufre un ataque de ansiedad, se encuentra aterrorizado al pensar que algo malo le puede pasar. En estos casos, lo peor que podemos hacer —como acompañantes— es decir frases que desestimen las emociones del afectado, como “no te va a pasar nada”, “relájate”, “no es para tanto”.

De acuerdo con la psicóloga Cristina Wood, del centro Área Humana, en España, “la ansiedad es una emoción que nos genera un estado de tensión y que sucede cuando anticipamos una amenaza”. Si bien puede tratarse de un momento efímero, también suele responder a una fobia específica.

Tratar de calmar al afectado sin estar informados podría no tener resultados, así como generar otros sentimientos negativos. Esto se debe a que la persona está prestando toda su atención a esas sensaciones que le hacen sentir mal.

“Si tiene miedo de que le vaya a dar un ataque al corazón, estará pendiente todo el día de sus latidos y eso le generará más miedo. Se asusta porque hace una interpretación muy negativa y eso le genera estrés. Es un círculo vicioso”, señaló la especialista.

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¿Cómo puedo ayudar?

1. Redirige su atención a otra fuente de información. A decir de Wood, es esencial ayudarle a salir de ese estado “de forma muy tranquila, hablándole de otra cosa, de lo que va a hacer luego, por ejemplo”. Se trata de un “sesgo atencional” que desviará su atención y lo hará pensar en otra cosa.

2. Comparte mensajes positivos. No debes decirle que no le va a pasar nada, sino redirigir su atención hacia otro foco. Otro método que puede ayudarte son los “mensajes positivos, como decirle que siga así o que lo está haciendo muy bien”.

3. Ayúdale a realizar respiraciones. Si el afectado hiperventila, debes ayudarle a respirar de forma calmada. También es importante la actividad física; ésta puede ayudar tanto a combatir el episodio de ansiedad, como a prevenirlo. “Basta con caminar a una velocidad rápida por 20 o 30 minutos”, aseguró la experta.

 

Vía: El Confidencial