Aprender a ir al baño por su propia cuenta es un gran logro para los niños pequeños. Ayudar a conseguirlo suele ser una labor ardua para algunos padres, por lo que es común que cause extrañeza en ellos el hecho de que sus hijos comiencen a tener problemas en este apartado debido a causas emocionales.
Que los niños tengan problemas para ir al baño debido a causas emocionales no es raro. Sin embargo, el simple hecho de pensar en ello puede atormentar a los padres. En especial porque esta clase de problemas están catalogados como uno de los más difíciles de tratar.
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Esta dificultad se debe a que los niños pequeños muy pocas veces son capaces de expresar mediante palabras su confusión, ansiedad o temor.
¿Cuáles son estos problemas?
Entre los problemas para ir al baño más comunes que tienen que ver con motivos emocionales en niños pequeños se encuentran los siguientes:
-Hacer del baño en una esquina de la habitación.
-Tener accidentes diarios en la escuela o mojar la cama con frecuencia después de muchos meses de sequedad completa.
-Pedir regresar al uso de pañales.
-Retener las evacuaciones voluntariamente.
¿Cuáles son las causas?
Cuando se presentan comportamientos de este tipo, es importante que los padres acudan al médico, para averiguar cuál es la causa.
Una vez que se descartan las causas físicas, las razones detrás de esta clase de problemas son emocionales. Los niños pueden recurrir a comportamientos como los anteriores cuando:
1. Experimentan un cambio importante en su vida.- Puede tratarse de la llegada de un nuevo bebé a la familia, mudarse a una nueva casa, conflictos familiares o cualquier otra situación estresante.
2. Atraviesan un periodo de desarrollo.- Aproximadamente a los 3 años de edad, la mayoría de los niños comienzan a desarrollar la capacidad de experimentar incomodidad o vergüenza cuando hacen algo que saben que es incorrecto. Muchos niños de esta edad no saben qué hacer con estos sentimientos, por lo que pueden desarrollar comportamientos que implican problemas para ir al baño.
3. Se sienten abrumados por otros sentimientos y situaciones emocionales.- Algunos sentimientos y emociones pueden abrumar a los niños pequeños, y ocasionar que se comporten de formas que resultan confusas para los padres. Por ejemplo, un deseo por recibir más atención puede ocasionar que tengan más accidentes solo para entablar una interacción emocional.
