Aunque pocas veces se le da la importancia que merece, el medio ambiente es un factor que afecta nuestra salud, tanto positivamente como negativamente.

Existen numerosos estudios en donde se ha comprobado que convivir con la naturaleza trae consigo diversos beneficios a la salud de las personas.

Sin embargo, también se ha encontrado que la contaminación de algunas partes del medio ambiente (como el aire, el agua o la tierra) puede elevar el riesgo de desarrollar o empeorar los síntomas de algunos problemas de salud.

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Mientras que algunos riesgos ambientales son parte de la naturaleza misma, otros tantos son resultado de actividades humanas.

¿Cómo proteger a mis hijos de los riesgos ambientales?

Con el objetivo de proteger a las familias y a los niños de esta clase de riesgos ambientales, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ofrece las siguientes recomendaciones:

1. Mantener los pesticidas y otras sustancias químicas tóxicas fuera del alcance de los niños. Nunca se debe guardar pesticidas o sustancias químicas tóxicas en envases de refrescos o recipientes de comida, así se evita que los niños los ingieran por error.

2. No dejar que los niños jueguen en campos, huertos o jardines donde hayan sido aplicados pesticidas, por lo menos por el lapso de tiempo recomendado en la etiqueta del producto.

3. No fumar ni permitir a otros adultos fumar en la casa o el automóvil.

4. Evitar que los niños realicen actividades al aire libre cuando haya anuncios de alerta a causa de mala calidad del aire.

5. Para no contribuir a la contaminación del aire usar lo menos posible el auto, además de no hacer fogatas al aire libre.

6. Si la vivienda familiar fue construida antes de 1978, realizar una prueba para saber si existe peligro por pintura con plomo.

7. Lavar las manos de los niños antes de comer y lavar con frecuencia los biberones, así como los juguetes.

8. Hacer revisar por un profesional una vez al año todas las tuberías de salida de humos de calderas de calefacción y chimeneas, así como también otros aparatos que usen combustible en el hogar.

9. Nunca usar el horno de la cocina como calefacción. Tampoco se deben prender parrillas para asar o cocinar alimentos dentro de la casa o garaje.

10. Instalar detectores de monóxido de carbono en todas las habitaciones de la casa que se utilicen para dormir.

11. Asegurarse de que los niños usen sombreros o gorros de ala ancha, anteojos para el sol y ropa adecuada para su protección. Además, se debe utilizar cremas bloqueadoras solares con un Factor de Protección Solar (SPF) de 15 o superior.

 

Vía: Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos