piesSi bien la hinchazón de los pies puede venir de un problema mayor, como la retención de líquidos o la hipertensión, en algunas ocasiones es posible evitarla siguiendo algunos cuidados sencillos. Si quieres conocerlos, sigue leyendo.

  1. Elévalos y estira

Cuando te encuentres sentado, levanta los pies para activar la circulación. Si pasas mucho tiempo sentado, procura levantarte y caminar al menos 5 o 10 minutos.

  1. Baños de manzanilla

Gracias a sus efectos antiinflamatorios y sedantes, la manzanilla puede ayudar a desinflamar los pies, ya sea en compresas o al beberla en una infusión. Puedes hacer baños de agua tibia con manzanilla, manteniendo los pies sumergidos al menos media hora.

  1. Agua con sal

Sumerge tus pies en una pequeña tina con un preparado de agua con sal —o con malva, menta o castaña de la India— por 20 minutos. No utilices agua muy fría o muy caliente, recuerda que las temperaturas extremas son enemigas de la circulación.

  1. Diuréticos naturales

Algunas frutas, como la sandía y el arándano, te ayudarán a deshacerte del exceso de líquido y te aportarán muchos nutrientes. También puedes recurrir al pepino, los tomates, el apio y las berenjenas.

  1. ¡Bájale a la sal!

Es posible que los pies hinchados se deban a la retención de líquidos provocada por el consumo excesivo de sodio. Prueba con una dieta reducida en sal —200 mg por día—.

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  1. Vigila el calzado

Procura elegir zapatos cómodos y la talla correcta. Nunca los compres sin probártelos. Ten en cuenta que los tacones altos o puntiagudos causan daño.

  1. Realiza actividades físicas

Ejercitarse de manera regular es importante, tanto para mantener un cuerpo saludable, como para promover la circulación. Realiza calentamiento antes de hacer ejercicio, así como al finalizar.

  1. Infusiones

Si lo que tienes es mala circulación, puedes probar algunas infusiones naturales. Algunas opciones son: plata de romero, salvia, menta, muérdago, biloba, jengibre, cola de caballo, mostaza negra, diente de león, entre otras.

  1. Masajes linfáticos

A través de movimientos suaves, lentos y repetitivos con las manos es posible favorecer la circulación, mejorando los cuadros de edemas, inflamaciones y retenciones de líquidos.

  1. Controla la diabetes

Esta enfermedad puede causar daño a los nervios, así como a los vasos sanguíneos, resultando en una inflamación permanente. Es importante visitar a un médico para que mida tu nivel de diabetes y te brinde soluciones personalizadas.

 

Vía: Hola Doctor