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pies-una-enterradaSi vives con diabetes, debes revisar diariamente tus pies. En caso de detectar algún tipo de lesión, acude inmediatamente con tu médico. Las lesiones pueden ser desde una herida que no cicatriza, una espina o uña enterrada, hongos en las uñas o en la piel de los pies, pero mientras llega ese momento, se recomienda que lleves a cabo las siguientes indicaciones:

1. No le restes importancia a tu lesión: Es común pensar que el pie sanará por sí solo con el paso de los días, sin embargo, la molestia o infección puede avanzar hasta convertirse en una infección crónica que termina en hospitalización.

2. Reposa el pie lesionado: Es decir, deja de apoyarte en él.

3. Lava tu pie: Aunque el dolor puede impedir que toleres la limpieza de la zona afectada, al principio es necesario mantener la zona libre de hongos y bacterias para evitar que la infección avance. Lava la zona con agua y jabón neutro, utiliza un antiséptico transparente, y cubre la lesión con una gasa estéril.

4. Recuerda que debes estar vacunado contra el tétanos y aplicarte refuerzo cada 10 años.

5. Evita caminar descalzo o utilizar sandalias que no protejan tus pies o puedan aumentar el tamaño de la lesión.

6. Evita el uso de zapatos de plástico o elástico como algunos del tipo deportivos, porque favorecen la humedad y ésta, el crecimiento de hongos y bacterias.

7. Si no puedes cortarte las uñas de forma correcta, evita hacerlo nuevamente, podrías lastimar más tu piel. Acude con algún podólogo, de preferencia que tenga la formación de educador en diabetes.

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8. Seca al sol las sandalias que utilizas para bañarte y desinfecta la regadera para evitar el contagio de los hongos a tu otro pie y a las demás personas.

9. Evita compartir calcetas, chanclas o zapatos con otras personas. Eso también ocasiona que se contagien los hongos.

10. Termina el tratamiento: una vez que recibas la atención adecuada para tu lesión, ¡termina el tratamiento!, quizás notes mejoría en los primeros días, sin embargo, este tipo de infecciones tarda en salir y si no terminas el tratamiento, la infección puede regresar. El tratamiento puede ser desde un par de semanas, hasta meses. No importa el tiempo que te lleve, pero ¡termina tu tratamiento!

 

Vía: LN. Lizeth Gómez M.