No hay dos conversaciones iguales. Cuando se trata de compartir un diagnóstico de VIH con familiares, amigos y otros seres queridos, todos lo manejan de manera diferente.

Es una conversación que no sucede solo una vez. Vivir con el VIH puede generar discusiones continuas con familiares y amigos. Las personas más cercanas a ti pueden querer preguntar nuevos detalles sobre tu bienestar físico y mental. Esto significa que necesitas considerar cuánto deseas compartir.

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Por otro lado, es posible que desees hablar sobre los desafíos y éxitos en tu vida con el VIH. Si tus seres queridos no preguntan, ¿elegirás compartirles información de todos modos? Depende de ti decidir cómo abrirte y compartir tales aspectos de tu vida. Lo que funciona para una persona puede no sentirse bien para otra.

Pase lo que pase, recuerda que no estás solo(a). Muchos recorren este camino todos los días, incluso personas cercanas a ti. También es importante que contactes a asesores o a personas que ya llevan años lidiando con el virus, para aprender más sobre sus experiencias. Lo importante es adquirir herramientas que te permitan hablar con familiares, amigos e incluso extraños sobre cómo vivir con el VIH.

 

Fuente: Healthline