Vivir con VIH puede cambiar la apariencia y el funcionamiento del cuerpo. En ocasiones, esto es el resultado del mismo virus o del consumo de medicamentos para el tratamiento.

Algunos cambios corporales comunes que se presentan en las personas con VIH incluyen los siguientes:

  1. Emaciación asociada al VIH: un tipo extremo de pérdida de peso que se observa con mayor frecuencia en personas que reciben un diagnóstico tardío.
  2. Lipoatrofia: pérdida de grasa en la cara, brazos, piernas y glúteos; las mejillas pueden parecer hundidas y las venas pueden sobresalir de las extremidades.
  3. Lipohipertrofia: acumulación de grasa en el cuello y los hombros, los senos y el vientre, o lipomas, bultos móviles de grasa debajo de la piel.

Conoce más: Tratamiento del VIH en mujeres embarazadas, lo que debes saber

Los avances que actualmente existen en las opciones de tratamiento significan que es más común envejecer con el VIH, por lo que algunas personas pueden experimentar cambios corporales comunes con el envejecimiento, como aumento de peso.

Otras personas pueden sufrir pérdida de peso debida a depresión, infecciones o problemas en la boca y los dientes. Estos también son otros cambios o alteraciones que puedes experimentar con el VIH.

 

Fuente: Healthline