Una vacuna neumocócica es una inyección que ayuda a prevenir enfermedades neumocócicas (causadas por la bacteria neumococo), como por ejemplo la neumonía.

Los adultos de 65 años o más se encuentran entre los grupos de mayor riesgo de contraer la enfermedad neumocócica. Para prevenirla, existen dos tipos de vacunas antineumocócicas: la vacuna antineumocócica de polisacáridos (PPSV23) y la vacuna conjugada neumocócica (PCV13).

La vacuna PPSV23 protege contra 23 tipos de bacterias que causan la enfermedad neumocócica. Se recomienda para todos los adultos de 65 años o más. Cualquier persona con ciertas condiciones médicas que tenga 2 años o más también podría requerir la vacuna.

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La mayoría de las personas solo necesitan una dosis de PPSV23. Pero incluso si ya recibiste una dosis antes de cumplir 65 años, debes recibir otra más tras alcanzar dicha edad. Tu médico también puede recomendarte que recibas una dosis de otro tipo de vacuna antineumocócica, llamada PCV13.

La vacuna PCV13 protege contra 13 tipos diferentes de bacterias que causan la enfermedad neumocócica. Los bebés y niños pequeños suelen recibir 4 dosis de PCV13: a los 12-15 meses de edad y posteriormente a los 2, 4 y 6 años de edad. También es recomendable que cualquier persona de 2 años o más reciba PCV13 si tiene ciertas condiciones médicas y todavía no recibe la vacuna.

Tu médico puede decidir darte PCV13 si tienes 65 años o más. Ella o él te explicarán que, si no padeces alguna condición que comprometa tu sistema inmune, una fuga de líquido cefalorraquídeo o un implante coclear, quizás no tengas que vacunarte. Sin embargo, debido a que permite prevenir la neumonía, es mejor que elijas ponértela de todas formas. Tú y tu doctor deben tomar dicha decisión juntos.

 

Fuente: American Academy of Family Physicians