,

Un estudio clínico reciente realizado por el Centro de Cáncer del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, reveló que inhibir la proteína Bruton tirosina quinasa (BTK) brinda beneficios clínicos a un pequeño grupo de pacientes con COVID-19 grave.

Dichos beneficios se obtienen mediante el medicamento acalabrutinib, un inhibidor de BTK utilizado para tratar diferentes tipos de cáncer de sangre, e incluyeron una reducción de la dificultad respiratoria y una respuesta inmune mejorada en la mayoría de los pacientes.

El estudio evaluó a 19 pacientes con un diagnóstico confirmado de COVID-19 que presentaron bajos niveles de oxígeno en sangre y evidencia de inflamación. De ellos, 11 recibían oxígeno suplementario y ocho utilizaban ventiladores.

Conoce más: 4 puntos a considerar durante la pandemia si padeces cáncer

Tras recibir acalabrutinib durante tres días, ocho pacientes pudieron salir del oxígeno suplementario y fueron dados de alta; cuatro de los ocho pacientes que usaban ventilador dejaron de necesitarlo, e incluso dos de ellos fueron dados de alta.

Los investigadores dijeron que las muestras de sangre en los pacientes mostraron que los niveles de interleucina-6, una citocina principal relacionada con la hiperinflamación en la COVID-19 grave, disminuyó después del tratamiento.

Los resultados sugieren que el tratamiento con acalabrutinib sería efectivo porque su objetivo, la proteína BTK, es hiperactiva en las células inmunes graves de COVID-19.

Sin embargo, los hallazgos no deben considerarse recomendaciones clínicas, sino una nueva ayuda a la respuesta de salud pública contra el COVID-19. Asimismo, los inhibidores BTK están aprobados para tratar diferentes tipos de cáncer y no como tratamiento para el COVID-19.

 

Vía: Notimex