Amancio Chaccin, jefe de Fármaco Vigilancia del Hospital General de México “Eduardo Liceaga” de la Secretaría de Salud, dijo que es necesario que las madres al tener un hijo soliciten la realización de un Tamiz Neonatal Ampliado. Esto permite detectar a tiempo o descartar algún trastorno “químicamente invisible, que después pueda incapacitar al menor de por vida”.
Esta prueba, dijo, se lleva a cabo entre el tercer y quinto día de nacido. Con solamente una muestra de cinco gotas de sangre, el tamiz permite detectar deficiencias en los aminoácidos, el metabolismo de azúcares o lípidos. Con esto se pueden identificar y tratar 60 padecimientos metabólicos congénitos, ente los que se encuentra el retraso mental, crisis agudas durante el primer año de vida, padecimientos hepáticos, cataratas, etcétera.
En este sentido, destacó que la detección oportuna hace posible que se de tratamiento y evitar que el padecimiento congénito provoque secuelas. Durante este proceso, agregó, son muy importantes los cambios de alimentación en la madre y en los pequeños, por ello es fundamental la promoción de hábitos alimenticios sanos antes y después del embarazo.
Anualmente el Hospital General de México realiza entre cuatro mil y cinco mil pruebas de este tipo, señaló Chaccin. Explicó que esto hace posible un control de enfermedades que en un futuro -de no ser atendidas oportunamente- podrían afectar la vida y resultar muy costosas.
