La sepsis ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana. En estos casos, las sustancias químicas liberadas para combatir la infección desencadenan una inflamación generalizada, lo que conduce a la formación de coágulos de sangre y la filtración de vasos sanguíneos.

Si bien cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, el riesgo es mayor en personas con sistemas inmunes débiles, adultos mayores y bebés. En este último caso, un componente de la leche materna podría proteger a los pequeños, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Se trata del componente «factor de crecimiento epidérmico», que activa ciertos receptores en las células intestinales para evitar que entren bacterias dañinas y que, posteriormente, migren al torrente sanguíneo, donde provocan sepsis.

Para llegar a esta conclusión, científicos de la Universidad de Washington y la Clínica Mayo, en Estados Unidos, analizaron la respuesta sistémica de un grupo de ratones recién nacidos, a quienes les dieron una solución con la bacteria Escherichia coli.

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Posteriormente, los roedores fueron amamantados por su propia madre u otra que había dado a luz en otro momento. Esto provocaba que la leche tuviera menores cantidades del factor de crecimiento epidérmico.

«El estudio sugirió que la leche materna, preferiblemente la de los primeros días de lactancia, parece ser una forma muy efectiva para defenderse de estas infecciones», dijo Phillip I. Tarde, uno de los responsables del estudio.

Si tienes dudas respecto a la leche materna u otro tema relacionado con el embarazo, acércate a un especialista. Recuerda que la clave está en la prevención. Si detectas algún problema con la salud de tu bebé, no dudes en llevarlo a un centro de salud.

 

Vía: Notimex