La experimentación del dolor en los recién nacidos fue un tema muy debatido durante años entre los expertos en salud.

No obstante, actualmente se sabe que los recién nacidos sienten el dolor, y que este deja una especie de huella en ellos por medio del estrés y sus hormonas, o incluso por medio de recuerdos inconscientes de las sensaciones físicas y emocionales sentidas.

Es por ello que los padres de familia y los cuidadores deben hacer todo lo posible por proteger a sus pequeños del dolor.

Para evitar que los recién nacidos sufran dolencias, lo más sencillo es evitar cualquier clase de molestia en todo lo posible. Por ejemplo, tratarlos con delicadeza, respetar sus ritmos y no separarlos del cuerpo de su madre son algunas sencillas medidas para ayudarles a acostumbrarse al mundo sin sufrir.

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De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría, es fundamental que los padres respeten ciertas medidas para evitar que los recién nacidos experimenten altos niveles de estrés que desencadenen dolor. Entre ellos se encuentran:

-Respetar en lo posible el momento del sueño y los momentos de la alimentación del bebé.

-La habitación donde duerma debe ser un entorno adecuado, con limitación de ruidos y luz ambiental.

-La música tenue, el hablarles suavemente o mecerles son acciones que pueden ayudar a relajar a los pequeños.

-Manipularlos de forma lenta y suave, promoviendo comportamientos y posturas de autorregulación, como sostenerlo entre los brazos.

-La succión del pecho, o en su defecto chupetes, es la manera en la que los bebés calman dolor y ansiedad. No hay razón médica para no darles el pecho mientras les ponen vacunas o les hacen la prueba del talón, por ejemplo.

-Darles de probar algo dulce 1 o 2 minutos antes de un procedimiento doloroso -como una vacuna- ha mostrado ser un procedimiento sumamente válido para disminuir el dolor en el recién nacido.

 

Vía: Asociación Española de Pediatría