La cirugía de reparación de los músculos oculares tiene la función de corregir problemas en los músculos del ojo que causan estrabismo. Esto ayuda a que los ojos se muevan correctamente, a decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

Esta cirugía suele hacerse con mayor frecuencia en niños, pero también puede realizarse en adultos con problemas similares en los ojos. Según sea el problema, uno o ambos ojos pueden necesitar cirugía.

¿Qué es el estrabismo?

El estrabismo es un trastorno mediante el cual los ojos no se alinean en la misma dirección. Por lo tanto, no miran el mismo objeto al mismo tiempo. 

Cuando esto ocurre, se envían dos imágenes diferentes al cerebro: una desde cada ojo. En los niños, el cerebro puede aprender a ignorar o suprimir la imagen proveniente del ojo más débil.

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¿Cómo se realiza este procedimiento?

Luego de aplicar anestesia general para el procedimiento, el cirujano oftalmólogo realiza una pequeña incisión quirúrgica en el tejido transparente que cubre la esclerótica del ojo, llamado conjuntiva.

Posteriormente, el cirujano localiza uno o más de los músculos oculares que necesitan cirugía. Algunas veces, la reparación fortalece el músculo y a veces lo debilita.

  • Para fortalecer un músculo, se puede extraer una sección del músculo o del tendón para acortarlo más. Este paso en la cirugía se denomina resección. 
  • Para debilitar un músculo, se vuelve a pegar en un punto más alejado hacia la parte posterior del ojo. Este paso se denomina recesión.

¿Existen riesgos durante este procedimiento?

Si bien existen riesgos por la anestesia, no es un problema muy común. Para prevenir infecciones, el médico podría recetar gotas o un ungüento.

Cabe señalar que la cirugía de reparación de los músculos del ojo no arregla la visión deficiente de un ojo perezoso. De acuerdo con especialistas, cuanto más joven sea un niño cuando se lleva a cabo la operación, mejor será el resultado.

Si tienes dudas sobre este procedimiento o sobre alguna cuestión relacionada con tus ojos, acércate a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos