Las neuropatías ópticas nutricionales y tóxicas son daños en el nervio óptico debidos a desnutrición (neuropatías ópticas nutricionales) o a exponerse a una sustancia que es dañina para el nervio óptico (neuropatías ópticas tóxicas), como plomo, metanol (alcohol de madera o alcohol metílico) , etilenglicol (anticongelante) o ciertos medicamentos.

Una neuropatía óptica que es causada por una deficiencia nutricional (especialmente de vitaminas B1 y B12 o folato [ácido fólico]) se denomina neuropatía óptica nutricional. Las personas que se han sometido a cirugía bariátrica (pérdida de peso) y aquellas con trastorno por consumo de alcohol son particularmente susceptibles a la neuropatía óptica nutricional. La causa real probablemente sea la desnutrición, más que un efecto tóxico del alcohol.

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En raras ocasiones, la neuropatía óptica es ocasionada por fármacos (como cloranfenicol, isoniazida, etambutol y digoxina) o toxinas como plomo, etilenglicol o metanol. Cuando es causado por una sustancia, fármaco o toxina en particular, el trastorno  es conocido como neuropatía óptica tóxica.

RECUERDA: En las personas con neuropatías ópticas nutricionales o tóxicas, la visión suele deteriorarse gradualmente durante días o semanas. Se puede desarrollar un punto ciego y agrandarse gradualmente, lo que suele afectar el centro de la visión. Es posible que no se note al principio. Además, la visión del color puede verse afectada más gravemente que la pérdida de agudeza visual (nitidez de la visión). Ambos ojos suelen sufrir daño.

El envenenamiento con etilenglicol y particularmente con metanol puede causar una pérdida repentina y completa de la visión. Ambas sustancias pueden propiciar otros síntomas graves como coma, dificultad para respirar, vómitos y dolor abdominal.

 

Fuente: Merck Manual