La parte frontal del ojo, concretamente la que se ubica entre la córnea y el cristalino, se encuentra llena de un líquido llamado humor acuoso, el cual tiene las siguientes funciones:

  • Mantiene la forma esférica del ojo
  • Nutre las estructuras internas del ojo

Constantemente se produce un nuevo humor acuoso y después se drena del ojo. Para mantener la presión intraocular adecuada, la cantidad producida y la cantidad drenada deben mantenerse en equilibrio.

El glaucoma implica daño a las estructuras que permiten que el humor acuoso se drene. Existen dos salidas para el drenaje del humor acuoso:

  • La malla trabecular
  • El flujo de salida uveoescleral

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Ambas estructuras se ubican cerca del frente del ojo, detrás de la córnea.

La diferencia entre el glaucoma de ángulo abierto y el de ángulo cerrado depende de cuál de estas dos vías de drenaje sufrió daño.

En el glaucoma de ángulo abierto, la malla trabecular ofrece una mayor resistencia a la salida de líquido. Esto hace que la presión se acumule dentro de tu ojo.

En el glaucoma de ángulo cerrado, tanto el drenaje uveoescleral como la malla trabecular se bloquean. Por lo general, esto es causado por un iris dañado (área de ojo que posee color), el cual bloquea la salida.

El bloqueo de cualquiera de estas salidas provoca un aumento de la presión al interior del ojo. La presión del fluido dentro de tu ojo se conoce como presión intraocular.

 

Fuente: Healthline