La esclerosis nuclear es una afección en donde la parte central del cristalino del ojo, también llamada núcleo, se endurece o se vuelve turbio. Las personas que tienen esclerosis nuclear a menudo dicen experimentar una sensación «lechosa» en su visión, como si miraran a través de una ventana sucia.

La esclerosis nuclear es común en los adultos mayores, formando parte normal del proceso de envejecimiento del ojo. Puede conducir al desarrollo de cataratas, en las que la opacidad del cristalino provoca una visión borrosa y una pérdida significativa de la visión.

Cabe destacar que la esclerosis nuclear tiende a ser progresiva, aunque los cambios pueden ser más profundos en algunas personas que en otras.

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Al principio, sus síntomas pueden ser sutiles, y es posible que a la persona afectada le lleve mucho tiempo notarlos.

Estos pueden incluir:

  • Empeoramiento de la visión (sobre todo de lejos) que no mejora con gafas o lentes de contacto.
  • Actualizaciones frecuentes de la prescripción de los lentes.
  • Visión borrosa y desenfocada («nubosidad»).
  • Los colores y las sombras parecen menos vívidos.
  • «Halos» o anillos alrededor de fuentes de luz; viendo un resplandor.
  • Problemas para ver de noche, especialmente al conducir.

Algunas personas con esclerosis nuclear ven una mejora temporal en su visión. A esto en ocasiones se le llama segunda vista. Puede hacerte pensar que tus ojos han mejorado, pero el lento deterioro continúa de forma inevitable.

 

Fuente: Very Well Health