Todos nos sentimos tristes a veces, al igual que todos podemos sentir alegría, enojo, orgullo y muchas otras emociones. En otras palabras, todos tenemos sentimientos, y dichos sentimientos siempre están cambiando.
En ocasiones nos sentimos felices (como cuando nos divertimos) y otras veces nos sentimos tristes (como cuando perdemos a un ser querido). Cualquiera que sea el sentimiento, es real y parte de la vida.
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Una emoción negativa puede incluso ayudarte. Nuestro mundo se centra en la felicidad y trata la infelicidad como un sentimiento innecesario o inútil. Pero la tristeza puede frenarte y hacerte pensar realmente en tu vida, tus sentimientos y en las personas que te rodean. Puede ayudarte a no perder de vista tus relaciones y tus sueños.
En otras palabras, estar triste no significa que no estés lidiando con una situación. Más bien, te ayuda a aceptar esa situación y a seguir adelante. Concretamente, es una emoción clave que puede ayudar a adaptarte, aceptar, concentrarte, perseverar y crecer.
Y a esto se le suma otra buena noticia: puedes aprender a manejar tu tristeza. Entonces, reconocer tu propia tristeza y comprender que está bien sentirse triste es un indicador de que posees un sentido estable de bienestar.
Fuente: Better Health Channel