La meditación es una práctica sencilla que puedes llevar a cabo en cualquier lugar y en cualquier momento. No requieres de herramientas ni equipos especiales. De hecho, solo necesitas unos minutos.

Sin embargo, establecer una rutina de meditación requiere práctica. Al dedicar tiempo a la meditación, tendrás más probabilidades de disfrutar de sus beneficios.

Existen varios tipos de meditación. Uno de ellos es la meditación de escaneo corporal, en donde te concentras en cada parte de tu cuerpo. Su objetivo es aumentar la conciencia de tus sensaciones físicas, incluyendo la tensión y el dolor. El acto de concentrarse promueve la relajación, lo que puede ayudarte a dormir.

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Para realizar la meditación de escaneo corporal, sigue estos pasos:

  • Elimina todas las distracciones de tu habitación, incluyendo tu teléfono, si es posible. Acuéstate en una posición cómoda.
  • Cierra los ojos y respira lentamente. Nota el peso de tu cuerpo sobre la cama.
  • Concéntrate en tu rostro. Relaja la mandíbula, los ojos y los músculos faciales.
  • Desplázate hacia el cuello y los hombros. Intenta relajarlos.
  • Continúa bajando por tu cuerpo, pasando a los brazos y los dedos. Continúa hacia el abdomen, la espalda, las caderas, las piernas y los pies. Observa cómo se siente cada parte. Si tu mente divaga, vuelve lentamente a centrarte en tu cuerpo. Si lo deseas, puedes repetir el proceso en sentido contrario, de los pies a la cabeza.

RECUERDA: Al intentar este u otro tipo de meditación para dormir, ten paciencia contigo mismo(a). Una práctica de meditación es precisamente eso: una práctica. Empieza meditando de 3 a 5 minutos antes de acostarte. Con el tiempo, ve aumentando el tiempo a 15 o 20 minutos. Aprender a aquietar la mente te llevará tiempo.

 

Fuente: Healthline