El uso de dispositivos electrónicos ha aumentado considerablemente en los últimos años. Desde teléfonos móviles hasta computadoras y tabletas, las pantallas forman parte de la vida cotidiana. Sin embargo, un uso excesivo puede afectar la salud mental y emocional, especialmente cuando se convierte en un hábito sin control.

Impacto del exceso de pantallas en la salud mental

1. Mayor estrés y ansiedad. Pasar demasiado tiempo en redes sociales o consumiendo información en exceso puede generar ansiedad, ya sea por comparación social, noticias negativas o la necesidad constante de estar conectado.

2. Problemas de sueño. La luz azul emitida por las pantallas reduce la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto puede causar insomnio o afectar la calidad del descanso.

3. Disminución de la concentración. La multitarea digital y el acceso constante a notificaciones pueden reducir la capacidad de atención, afectando el rendimiento académico o laboral.

4. Mayor riesgo de depresión. El aislamiento social derivado del uso excesivo de pantallas puede aumentar los síntomas depresivos, sobre todo en adolescentes y jóvenes.

5. Impacto en las relaciones interpersonales. La dependencia de la tecnología puede generar una desconexión con el entorno, afectando la comunicación y las relaciones cara a cara.

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Cómo reducir el impacto negativo

  • Establecer límites de uso: Evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir y reducir el tiempo en redes sociales.
  • Practicar el descanso visual: Aplicar la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar un objeto a 20 pies de distancia durante 20 segundos).
  • Fomentar actividades sin pantallas: Leer, hacer ejercicio o pasar tiempo al aire libre ayuda a reducir la dependencia digital.
  • Priorizar la interacción cara a cara: Mantener conversaciones en persona fortalece las relaciones y mejora el bienestar emocional.

El uso de pantallas es inevitable en la vida moderna, pero su exceso puede afectar la salud mental y emocional. Establecer límites y equilibrar el tiempo de conexión con actividades fuera del mundo digital es clave para mantener el bienestar.

 

Fuente: American Psychological Association